El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha reconocido este lunes que la violencia que sufren las mujeres en México sigue en aumento. En los primeros cinco meses de 2021, los feminicidios se han incrementado un 7,1% con respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos que ha aportado la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez. De enero a mayo, 423 mujeres han sido asesinadas por razón de su género. Otros delitos como las violaciones todavía han crecido más: un 30% en comparación con los mismos meses de 2020, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La violencia contra las mujeres se ha convertido en un tema espinoso para el Gobierno mexicano. Los desaires del Ejecutivo van desde el blindaje del Palacio Nacional ante la manifestación del 8 de marzo hasta la constante minimización del presidente de los problemas que afectan a las mexicanas exclusivamente por su género. Pero este lunes, López Obrador ha tenido que aceptarlo desde su conferencia matutina: “Ha habido un incremento en feminicidios, lamentablemente, y en violencia familiar”.
Rodríguez ha presentado hoy las cifras de la secretaria de Seguridad Pública en materia de feminicidios —que incluyen 11 mujeres más asesinadas que las que agrupa el Secretariado Ejecutivo en su informe de mayo—. De los 423 asesinatos de mujeres, el 57,4% de los casos se concentra en ocho entidades: Morelos, Sonora, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Sinaloa, San Luis Potosí y Chiapas. Y un 8% de ellos ha tenido lugar en solo cinco ciudades (Culiacán, Tijuana, Juárez, Guadalajara y Monterrey). El delito de feminicidio, acuñado en México por la antropóloga Marcela Lagarde, con base en el término inglés femicide originado en 1976, está tipificado en el país desde 2012. Y hace referencia a los asesinatos cometidos contra mujeres, niñas y ancianas por el hecho de ser mujeres. “Hay una violencia extrema contra ellas no porque estén en una guerra o en un conflicto armado, sino por su condición de género”, explicaba Lagarde.
Este lunes, la secretaria de Seguridad ha reiterado el plan del Gobierno para acabar con esta lacra, que incluye un gabinete de género para avanzar en la agenda de los derechos de las mujeres y 100 integrantes de la Guardia Nacional que ayudan a las fiscalías estatales especializadas en estos crímenes. Además, ha destacado que en entidades como Ciudad de México, todo homicidio, cuya víctima es mujer, se inicia como feminicidio.
A pesar de estas intentonas, México no baja de su trágica marca de 10 mujeres asesinadas cada día. Al contrario, la violencia contra las mujeres y los niños se ha agravado durante la pandemia. El aislamiento y la obligación de estar en casa por la crisis sanitaria de la covid-19 ha disparado todas las alarmas. “Los Gobiernos se olvidaron de la mirada de género y dejaron a las mujeres encerradas con sus agresores”, apunta Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios de México.
Así, mientras en 2020 la tasa general de delitos se redujo más de un 10% en el país, los feminicidios y los crímenes sexuales aumentaron. El año acabó con 948 feminicidios y 54.314 denuncias por delitos contra la libertad. Estos últimos fueron los más altos desde que hay registros en 1997. La situación ha empeorado en estos primeros meses de 2021: más asesinatos de mujeres y más agresiones sexuales. Las violaciones han subido de 6.610 de 2020 a 8.623 de enero a mayo. Un 30% más que en el mismo período del año anterior.
A pesar de su incremento, estas cifras son solo una pincelada. En México, alrededor del 90% de los delitos no se denuncia, por lo que el subregistro es mayúsculo. Figueroa pide al Gobierno que invierta en prevención y que lleve a cabo un monitoreo de cómo se está viviendo la violencia de puertas para dentro. “Quedarse en casa no es una opción con una falta de seguimiento público y con este sistema tan vulnerable”, apunta. “Ahora no hay ningún lugar en México seguro para las mujeres, ni la calle, ni las redes sociales, ni la casa”.