* Reprueba publicación realizada en el portal de noticias Contramuro.
Morelia, Michoacán, a 13 de enero de 2021.- Las publicaciones en medios de comunicación que utilizan la vida privada de las mujeres para denostar su capacidad y sus posibilidades reales de ejercer sus derechos políticos electorales, son prácticas que deben eliminarse para garantizar el respeto a los derechos humanos de las mujeres, entre ellos a vivir una vida libre de violencia y acceder en condiciones de igualdad y respeto a las contiendas electorales.
En ese sentido, este Observatorio Estatal de Medios de Comunicación en materia de Perspectiva de Género y Derechos Humanos reprueba la publicación realizada en el portal de noticias Contramuro, así como cualquier otra manifestación que base su opinión contra cualquier candidata de cualquier partido a partir de señalamientos contra su vida privada, que nada tiene que ver con sus aspiraciones personales, políticas y profesionales.
“Es lamentable que la estigmatización de las mujeres, a través de una visión inclinada a la misoginia, siga siendo una práctica en la difusión de noticias, cuando lo que debiera de priorizarse es el análisis de los perfiles y capacidades de quienes aspiran o están en la función de un cargo”, se señaló por parte de las y los integrantes del Observatorio de Medios.
El Código Electoral del Estado de Michoacán de Ocampo en su artículo 3° señala que se entiende como violencia política contra las mujeres en razón de género a toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres.
Cabe señalar que ésta puede manifestarse en cualquiera de los tipos de violencia reconocidos en esta Ley y puede ser perpetrada indistintamente por agentes estatales, entre ellos los medios de comunicación y sus integrantes con la finalidad de coartar, inhibir, impedir o limitar el ejercicio de los derechos político-electorales o impedir el ejercicio de sus atribuciones o facultades.
De tal forma que el no observar estos preceptos y el hacer cuestionamientos de la vida privada de las mujeres por el hecho de ser mujeres, demeritar la trayectoria, inhibe y pone en tela de juicio la capacidad y derecho de las mujeres a incursionar en los diferentes espacios, es una forma de violencia de género que debe combatirse y desterrarse.
Dejemos de reproducir estereotipos de género donde se les sigue cuestionando a las mujeres la capacidad que tienen para ejercer sus derechos político-electorales a partir del escarnio de su vida personal, y mejor sigamos fomentando la participación amplia de todas las mujeres en todos los partidos para poder transitar a una real democracia paritaria e incluyente.