SemMéxico/Testigo Púrpura. Veracruz. 20 de julio 2021.- Los pañuelos verdes se agitaron, al mismo tiempo que sonaron los cánticos de victoria de “Sí se pudo”, miles de mujeres celebraron en calles y redes sociales la aprobación a la reforma de Ley en la que se amplió hasta las 12 semanas de gestación la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), en Veracruz.
Esta noticia históricamente esperada para las mujeres veracruzanas fue recibida con júbilo, y aunque por el semáforo epidemiológico no todas pudieron salir a las calles a festejar, algunas lo hicieron mediante sus redes sociales.
La marea verde inundó a Veracruz en los últimos años, la lucha por que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres siempre ha estado en la agenda feminista, y hoy, aunque se haya aprobado y abierto una puerta importante, las mujeres advierten que: la lucha sigue.
A lo largo de la historia las mujeres han tenido que salir a las calles, organizar quemas, lanzar bombas molotov, rayar paredes, realizar bloqueos para que sus derechos sean respetados. En Veracruz, la lucha por la despenalización del aborto también se dio en la calle y ante los tribunales.
En el 2016 grupos organizados de la sociedad civil solicitaron una declaratoria de Alerta de Violencia de Género por Agravio Comparado, en el 2017 fue emitida por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), convirtiéndose en el primer estado con esta recomendación; ya que las leyes veracruzanas violaban los derechos sexuales y reproductivos de la mujeres.
Aunque la propuesta fue llevada en aquellos años al pleno del Congreso del Estado, las mujeres se encontraron con una negativa que las llevó a emprender una nueva lucha en tribunales que aun al momento no ha tenido resolución.
Hoy, al ampliar la permisividad para que mujeres puedan interrumpir su embarazo de manera segura y legal, es de reconocer que es un logro de cientos de mujeres que a lo largo de la historia han colaborado y tejido redes para que llegara este día.
Las lágrimas, los abrazos virtuales, los pañuelazos en las plazas y los marcos de Facebook, son apenas una representación de una victoria para las mujeres, es una deuda con las mujeres que murieron en la clandestinidad, las niñas violadas que fueron obligadas a ser madres y con aquellas ni siquiera conocían sus opciones.